jueves, 18 de agosto de 2011

Tradición Melódica


A pesar de las fusiones  con otros géneros criollos, no me cabe la menor duda que el fenómeno del reggaeton en Cuba ha logrado degradar el entorno musical del país en los últimos años.
El reggaeton es un género musical que originalmente se nutre del reggae, con influencias del hip hop, aparece por primera vez en Panamá hacia mediados de los años 1980 y aunque lo que se está haciendo actualmente en Cuba nada tiene que ver con Reggae ni con Hip Hop le seguimos llamando así a esta suerte de timba secuenciada que ha podido mantenerse en la preferencia de los Cubanos gracias a la fuerza de la tradición musical que sostiene el movimiento,  alimentado en gran parte por la necesidad que como sociedad hemos acumulado de consumir arte sin censura.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro. El hecho de que no existan límites al componer, es ya  un buen augurio pero no significa que tendrá algún valor artístico la composición, puede incluso llegar a las masas, vender, pero sinceramente, en mi opinión no es el arte la causante de estas ventas, en la mayoría de los casos, para no generalizar, el consumo viene dado por razones adyacentes, casi siempre vinculadas con necesidades reprimidas de los consumidores.
El mayor peligro en mi opinión es que se está dañando el material que servirá de base para futuras producciones musicales, se está desvirtuando la idea artística de una composición musical. De haber vivido en la prehistoria, Enrique Jorrín, Amaury Pérez o Silvio Rodríguez , de seguro habrían compuesto, aunque sus producciones, lógicamente no estarían a la altura que hoy están dentro de la música popular. Nuestros hijos corren el riesgo latente de ver disminuida su capacidad de generación artística consumiendo este tipo de “arte”.
En Cuba, este fenómeno “artístico “ ya está ocasionando consecuencias negativas en el entorno musical, y no soy de los que piensa que botar el sofá es la solución, el reggaeton Cubano continúa con vida como una necesidad, consecuencia de disímiles causas, reprimirlo sería peor aún.
Es totalmente normal que existan producciones musicales buenas y malas, pintores buenos y otros pésimos, actores excelentes y actuaciones deplorables, pero como melómano innato,  catalogo de desastroso el rumbo artístico que van tomando las cosas en materia de producciones reggaetoneras, que por demás, van liderando el mercado Cubano.
Nuestro país tiene una riquísima tradición melódica, un elevadísimo nivel educacional, unas ganas enormes de avanzar, es difícil obviar estas cosas al escuchar un tema musical  autóctono, desde Lecuona hasta Silvio, desde los Van Van hasta Combat Noise. Se impone en mi opinión un análisis que permita determinar las causas que provocan este tipo de consumo, estoy seguro que todas ellas están totalmente fuera del ambiente artístico.